Con el objetivo de reducir costos logísticos e infraestructura, y fortalecer la competitividad, las cooperativas avanzan en compras y gestiones asociadas. Acerca del alcance y proyección del proceso de concentración empresaria, dialogamos con los presidentes de las distribuidoras de servicios, Antimo Velázquez (Coop. La Para), Daniel Vagni (Coop. Miramar), Sergio Alberione (Coop. La Tordilla) y Cristian Isleño (Coop. Marull).
– ¿Cómo nace esta integración?
– Velázquez: “Con la inauguración del nuevo nodo de la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima –Arsat–, en la ciudad de Arroyito, quedó asentado un punto de enlace cercano en la distribución de la señal de internet, de mayor calidad y velocidad. Eso motivó a la cooperativa de La Para a construir 62 km. de fibra y conectarnos al nodo. Para lograr esta unión, la cooperativa de La Tordilla cedió toda su postación eléctrica para el tendido de fibra, desde Arroyito hasta nuestra jurisdicción”.
– Alberione: “La inversión de la cooperativa de La Para le permitió a su vez a la de La Tordilla fusionarse en la fibra, de 265 abonados pasamos a tener 570. Antes comprábamos 40 megabytes y hoy estamos comprando 240. Es claro que la integración redunda en la mejora de las prestaciones, las cooperación entre distribuidoras vecinas, nos da sustento para nuevas inversiones”.
– Isleño: “A Marull este desarrollo le permitió aprovechar la circunstancia para desplegar una red de FTTH para la localidad, lo que se conoce como “fibra hasta el hogar”, pero no sólo fueron importantes las obras de infraestructura, sino que el agrupamiento, además, posibilitó la compra agrupada de megas”.
– ¿Hubo otros disparadores para aunar voluntades?
– Vagni: “Sí, las cooperativas de Balnearia y Miramar recibíamos un mal servicio de TV cable de un proveedor privado de la zona. Esto nos impulsó a reunirnos para superar la ineficiencia en el abastecimiento y lo resolvimos adquiriendo el servicio en forma conjunta”.
– Alberione: “La asociación entre cooperativas es necesaria, pensando de acá a cinco o diez años, el asociado es cada vez más exigente. La solidaridad y el trabajo conjunto entre las cooperativas facilita la respuesta rápida y las soluciones definitivas a un usuario que demanda en forma permanente mayor agilidad en el servicio”.
– Velázquez: “La solidaridad es una constante histórica en el servicio eléctrico cooperativo. Cuando una distribuidora necesita un estabilizador de tensión, una hidrogrúa, incluso personal, sabe que cuenta con el apoyo de las cooperativas vecinas”.
– Vagni: “Tenemos un whatsapp colectivo que se llama Grupo Ansenuza. Basta que alguien manifieste que le hace falta algo, lo que sea, información, materiales o un auxilio apremiante, al instante tiene la asistencia del resto de la cooperativas de la región”.