“La atención de la cooperativa al asociado debe ser impecable”

“La atención de la cooperativa al asociado debe ser impecable”

Indagando acerca de distintas experiencias dirigenciales, Face Córdoba dialogó con Andrés Utello, docente y escritor, presidente de la Cooperativa de Electricidad de San Marcos Sierras, lo consultamos respecto de su trayectoria en la entidad distribuidora, descubrimos un perfil social de conducción particular, sin rodeos, comprometido y solidario.

¿Qué fue lo que te motivó a participar del órgano de conducción de la cooperativa?

Soy sincero, me acerqué a la Cooperativa por crítico, no por enamorado, era un vecino quejoso, respecto de cosas simples y comunes, cuando comencé a integrar el Consejo de Administración me di cuenta lo que era la institución cooperativa, en todo los sentidos, ahí cambié abruptamente mi visión.

Desde la presidencia defiendo lo que creo ideológicamente, a las palabras “Economía Social” les tengo un profundísimo respeto, con actitud social los servicios se pueden prestar de una manera distinta, la atención de la cooperativa al asociado debe ser impecable.

 A los asociados hay que darles respuestas, la cooperativa debe conducirse con total transparencia, si quieren saber los precios de la energía, a cuánto se vendió, a cuánto se compró, no hay nada que esconderle, la cooperativa está para solucionarle al asociado problemas concretos, eso sólo es posible hacerlo con una mirada afirmada en la Economía Social.

¿La cooperativa es el primer proyecto social del que formas parte?

Hace veinte años inicié un taller literario en Villa Dolores, el grupo poético se llamó “Piedra viva” de ahí surgieron unos poetas interesantísimos, después de un tiempo de trabajo en el taller, una alumna me preguntó si me quedaba algún sueño por cumplir, y yo le dije: quiero hacer un taller literario en la cárcel. Casualmente me respondió: ¿no quiere empezar mañana? yo soy maestra y mi mamá es inspectora penitenciaria.

Así empecé, lo hice ad honorem dos años, luego me contactó el Ministerio de Educación, fue una tarea muy importante, la describo de esta manera, hay una poeta cordobesa llamada Norma Sosa que tiene este verso: “Se puede construir un hombre con los pedazos de un hombre destruido”,  lo que aprendí en los establecimientos penitenciarios, es que de la belleza estética a la realidad a veces hay un largo paso, igualmente creo que un hombre siempre debe reconstruirse.

En la cárcel hay gente que se comportó con barbarie, que si hubiese tenido otra educación, hubiese respondido de otra manera, durante trece años desarrollé el taller literario, en distintos establecimientos, Cruz del Eje, Bouwer, Villa Dolores, Río Cuarto y San Martín, en la cárcel hay mucha tristeza, es muy raro como sobrevive la gente ahí, por los mecanismos de defensa que se les activan a los presos.

Lo penales son la periferia de la periferia, mucho más allá de lo que yo había pensado o imaginado, allí se atraviesa el mundo de la mentira, es un universo muy complicado y difícil que se debe abordar con capacidad y dedicación, grandes pensadores, psicólogos, sociólogos y docentes, le pueden cambiar la cabeza a un preso. El Estado tiene que gastar muchísimo dinero en un proceso de reeducación genuino, hay que hacerse cargo de emergente social de las cárceles.

Con un alumno se dio un sincronismo muy extraño, el mismo día que yo ingresé a dar el taller, comenzaba a cumplir condena, era una persona de clase alta que había matado a su padre, de un nivel cultural importantísimo, con él se pudo lograr una tarea de recuperación sustancial, participamos de la feria del libro de la ciudad de Córdoba, trabajos nuestros llegaron a Francia, una labor alucinante.

Volviendo a la cooperativa, ¿cómo fue este año para la distribuidora?

Vamos avanzando de manera sostenida, creo que vienen épocas muy buenas, no sólo por un equilibrio en el aspecto económico, estamos aprendiendo a convivir, consejeros, trabajadores, asociados, asesores, en el mes del cooperativismo se hizo un reconocimiento muy importante a ex consejeros y a ex empleados.

Este año terminamos el tendido de fibra óptica, ahora San Marcos cuenta con más de 30 km lineales de fibra y una infraestructura de alta capacidad de transmisión de datos que permite ofrecer internet a altas velocidades. Además, en los meses de agosto y septiembre inauguramos dos nuevas líneas de media tensión.

Queda mucho por hacer, un gran desafío de la cooperativa es la integración regional, creo que la idea del cooperativismo por un momento tendió a desaparecer en nuestro país, fueron decayendo muchos ideales, es un buen momento para que regresen, como todas las cosas, no por deducción intelectual, sino por necesidad, resulta indispensable agruparse para comprar.

También tenemos que profesionalizar la función del consejero, de la nada un vecino que es asociado pasa a ser parte de la conducción de una empresa que distribuye electricidad, el consejero debe ser idóneo.

¿Alguna vez se cuestionó tu participación como consejero por no ser nativo del pueblo?

Sí, en una oportunidad, ingresó un asociado a la sede de la cooperativa, sin saludar lo primero que dijo fue: “el presidente tiene que ser cordobés”, con total desparpajo. Yo no estoy ahí para explicarle, todo lo contrario, como represento a una institución tengo que guardar mis opiniones personales y filosóficas, pero me parece una barbaridad, somos ciudadanos todos.

¿Cuándo te radicaste en San Marcos Sierras?

El 12 de octubre de 1992, ese día dije “acá me quedo”.

¿Cambió mucho la localidad desde esa época?

En ese momento San Marcos era un pueblo absolutamente alternativo, eran todas casitas restauradas, no había bares ni restaurantes como ahora, sólo un lugar tradicional, muy criollo, que se llamaba Cuartito Azul.

El pueblo turístico empieza más cerca del cambio del milenio, cuando termina de colapsar el pueblo agrícola que antes existía, se vuelca todo al turismo.

Recuerdo un pueblo tenue, de pocas luces, nostálgico, de naturistas y hippies con ideología,  gente muy viajada, muy sensible, con ganas de aprender de la tierra.

Ha cambiado mucho, antes la pregunta de pose era “¿tenés luz?”, si tenías luz eras un burgués que ya había aceptado al sistema, ahora no sólo tenemos luz, tenemos direct tv, internet, fibra óptica, celulares, de todas maneras sigue habiendo gente que está en esa situación pero ahora se da por razones económicas más que por una elección de vida, acceder no es fácil, a veces porque la vivienda se encuentra lejos de los últimos postes de electricidad.