Una cooperativa o mutual escolar es una entidad organizada dentro del ámbito de un centro educativo, integrada y administrada por los alumnos que actúan con la orientación y el asesoramiento de los directivos y docentes del establecimiento.
Sin importar el tipo de actividad que ejerzan (consumo, servicios, agrarias, de producción, culturales, etc.), enseñan a niños, adolescentes y jóvenes a llevar adelante una acción colaborativa y a gestionarla. Les dan una oportunidad invaluable de conocer, elegir, participar y debatir.
Promoción normativa
Esta herramienta formativa encuentra soporte normativo en el artículo 90 de la Ley de Educación nacional Nº 26.206, que incentiva la promoción y la incorporación de los principios y los valores del cooperativismo y el mutualismo en los procesos de aprendizaje.
En Córdoba, la metodología tiene un completo y exhaustivo tratamiento a través de la ley Nº 8.569, que faculta e instruye al Ministerio de Educación a implementar, con carácter obligatorio, este tipo de enseñanza de modo teórico-práctico, reconociendo a las Cooperativas Escolares con personería escolar y las Cooperativas Escolares Juveniles con personería jurídica.
Cooperativas Escolares: asociaciones de alumnos que no persiguen fines de lucro, sino propósitos plenamente educativos, teniendo por objetivos promover el espíritu de solidaridad y de ayuda mutua, y contribuir a consolidar una firme conciencia que facilite la posterior integración de los participantes al movimiento cooperativo.
Cooperativas Escolares Juveniles: organizaciones que posibilitan a los estudiantes a crear sus pequeñas unidades de trabajo, producción y comercialización de bienes y servicios en su zona de residencia. Estas microempresas se constituyen en base a lo dispuesto por la Ley Nacional de Cooperativas Nº 20.337, con la intervención del órgano local competente a simple solicitud de la autoridad escolar correspondiente.
El funcionamiento de estas asociaciones se acomoda perfectamente a las tendencias educativas modernas, que procuran una participación activa de los alumnos en los procesos de enseñanza.
El modelo cooperativo resulta ser un instrumento mediador de generación y restitución de vínculos sociales para potenciar las habilidades de las personas y todas sus capacidades de creación. Esto implica que cada uno pueda responsabilizarse de sí mismo y realizar sus propios proyectos en una atmósfera de reciprocidad, propiciando un diálogo abierto y de confianza que favorece a alumnos, docentes y directivos a disfrutar de la escuela.